Ya era hora que alzaran la voz. Medio millar de personas, con una clara presencia femenina, se han reunido en Beirut para reclamar a los cuatro vientos libertad sexual. Y es que la sociedad musulmana, que ve con malos ojos prácticas tan habituales como la masturbación, castiga que una mujer pueda mantener relaciones sexuales con quien le parezca. Por ello, activistas, artistas y políticas han organizado el Segundo Foro de Mujeres Árabes para acabar con el tabú creado en unas regiones de claro signo machista que, entre otras cosas, penalizan la prostitución con cárcel. Todo el mundo tiene derechos y cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que le salga en gana. No se tiene que criminalizar la masturbación o higiene sexual, como queráis llamarlo, a un acto tan generalizado como placentero. Es de aplaudir este paso adelante para acabar con el sometimiento de millones de personas en países donde la infidelidad se paga con la muerte.
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