19.10.08

Murcia ni pincha ni corta

El agua que discurre por España es de todos, y no de unos territorios. Castilla-La Mancha, a través de su presidente, un tal Barreda, busca fulminar el acueducto que da vida a la agricultura murciana: el trasvase Tajo-Segura. Sin embargo, desde Murcia, el PP ha dado un giro de 360 grados en este asunto. En vez de defender su continuidad, como ha hecho en los despachos los últimos 8 años, está a expensas de lo que diga su partido a nivel nacional, porque, entre otras razones, María Dolores de Cospedal ha entrado en escena. La secretaria general popular, manchega al igual que Barreda, le está comiendo la oreja, en el mejor de los sentidos, a su jefe más directo... un Mariano Rajoy al que el desfile nacional le pareció "un coñazo". Mientras tanto, los murcianos, y en especial Ramón Luis Valcárcel, están en la barrera pendientes de si el toro salta o no a los tendidos. Por un lado, el jefe del Ejecutivo regional, que gobierna la Comunidad Autónoma desde hace 15 años y por lo tanto es un barón más que consagrado, no ha mantenido un pulso con el director de orquesta, sino que está siguiendo todas las directrices marcadas desde Madrid que apuntan a acabar con el único chorro de agua que llega a Murcia. No obstante, en el PP hay dos hombres que en el Congreso se opusieron a su grupo. Por decencia o por orgullo, Arsenio Pacheco y Alberto Garre, populares los dos, votaron en contra del estatuto de Castilla-La Mancha porque "el corazón se lo pidió". Los diputados murcianos, en vez de recibir una palmadita en la espalda y una felicitación en toda regla, van a ser multados por su formación por haber quebrantado una orden directa. Y es que el PP, que ha defendido en campaña electoral las transferencias de agua desde cuencas excedentarias a deficitarias, respalda ahora un texto que ha criticado durante años. En esta encrucijada, casi todos los diputados murcianos, en vez de hacer lo que hicieron Garre y Pacheco, se han mostrado sumisos y se han decantado por aceptar que Castilla-La Mancha inicie el partido en su campo. La política tiene varias caras. Una es la que aparece en los medios de comunicación y otra bien distinta es la que se juega en los despachos, entre comida y comida. Sino se es honesto con el pueblo, éste terminará poniendo la cosas en su lugar. La pregunta que cabe plantearse es: ¿qué pinta Murcia, políticamente hablando, a nivel nacional?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Que pasó? ¿Nos fuimos de vacaciones?